FÁBRICA
La fábrica es el punto de encuentro de los factores de la producción y al mismo tiempo el origen de todas las grandes transformaciones técnicas y sociales de la Revolución Industrial. Su inmediato antecedente es la manufactura donde ya se concentran los trabajadores. La introducción a gran escala de la máquina accionada por energía artificial (el vapor) determina el salto cualitativo de la manufactura a la fábrica.
Se puede decir que la fábrica ha servido de laboratorio para la aplicación de la nueva concepción del espacio: "Una nueva concepción donde de modo más directo, sin las mediaciones que intervienen en los edificios habitables, las exigencias del nuevo modo de producción se plantean explícitamente" (Negri, 78,31)
Hay una planificción minuciosa del espacio, determinada por las características del sistema productivo (como la cadena de montaje). Es decir, su planificación responde a exigencias funcionales no estilísticas, es significativo que cuando aparecen éstas, lo hacen en la parte externa de la fábrica.
La fábrica implica necesariamente adoptar una perspectiva territorial, condicionada en cuanto a su localización por el territorio, tanto para obtener fuentes de energía como materias primas (en los ríos o en las líneas de comunicación). Pero, a su vez, ella misma condiciona también al territorio de dos maneras: de forma cualitativa al impulsar nuevos asentamientos y nuevas redes de relaciones que alteran profundamente la estructura territorial y cuantitativamente con la aparición en el territorio de un gran número de fábricas conformando un nuevo paisaje como por ejemplo los barrios obreros o zonas industriales.
Se puede decir que la fábrica ha servido de laboratorio para la aplicación de la nueva concepción del espacio: "Una nueva concepción donde de modo más directo, sin las mediaciones que intervienen en los edificios habitables, las exigencias del nuevo modo de producción se plantean explícitamente" (Negri, 78,31)
Hay una planificción minuciosa del espacio, determinada por las características del sistema productivo (como la cadena de montaje). Es decir, su planificación responde a exigencias funcionales no estilísticas, es significativo que cuando aparecen éstas, lo hacen en la parte externa de la fábrica.
La fábrica implica necesariamente adoptar una perspectiva territorial, condicionada en cuanto a su localización por el territorio, tanto para obtener fuentes de energía como materias primas (en los ríos o en las líneas de comunicación). Pero, a su vez, ella misma condiciona también al territorio de dos maneras: de forma cualitativa al impulsar nuevos asentamientos y nuevas redes de relaciones que alteran profundamente la estructura territorial y cuantitativamente con la aparición en el territorio de un gran número de fábricas conformando un nuevo paisaje como por ejemplo los barrios obreros o zonas industriales.